En un lugar de Navarra, de cuyo nombre no quiero olvidarme, existen unas personas raras que te llevan a tocar, te alojan, te dan de comer rico, tienen una sala en condiciones, un publico de lujo y un trato entrañable. Y como si fuera poco, cobras por tu trabajo. Son peligrosos porque te dan una gran referencia de lo que se puede conseguir cuando varias voluntades se asocian para convertir sueños individuales en exitosos proyectos colectivos. Allí estuvimos haciendo un concierto el 26 de febrero y nos volvimos con alegría en el alma. Mmmmmm, algo esconden.

www.elbardoescaldao.com

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